Francisco Mola: el primer maestro tálense (1820)

A partir de un artículo de Don Vicente Barragán Guerra, publicado en el año 1979 fue posible investigar y verificar la existencia de Francisco Mola, el primer maestro tálense (que, vaya paradoja, no era maestro ni era tálense) allá por el año 1820.

En épocas de la efímera pero valiosa República de Entre Ríos, el Supremo Entrerriano Francisco Ramirez ordenó confeccionar un “padrón de todos los habitantes existentes y pertenecientes a la Jurisdicción de esta comandancia con especificación de sus distritos que se ha realizado hoy” según el informe de Don José Colman fechado el 16 de diciembre de 1820.

El censo comprende la Villa de Tala, Obispo, Altamirano, Raíces y Maidana, comprendiéndose en esta última denominación los habitantes del Sauce. Todo el censo está comprendido en 24 páginas de a folio en seis columnas en los que se especificaban clases, nombres, patria, edad, estado y “exercicio” del total de los 261 empadronados.

Allí queda registrado (y es recuperado el dato por Don Federico Palma, a partir del detalle censal) la existencia de “un maestro de primeras letras de nombre Francisco Mola, paraguayo, de 49 años, casado con Pascuala Zalasar, de Soriano Banda Oriental, la que tenía también 49 años”. El citado Mola que era también carpintero, había vivido desde principios de siglo en Santo Domingo Soriano, en la Banda Oriental, donde se casó con la mencionada Salazar y donde nacieron todos sus hijos.

En busca de mejores posibilidades se trasladó a Entre Ríos a ejercer su oficio de carpintero en la Villa de Tala, que luego cambió por el de maestro de escuela. No obstante, en años posteriores “prosiguió con su ocupación primera transmitiéndosela a su hijo mayor”.

En el trabajo se infiere además que dado lo reducido del vecindario puede pensarse que la escuela funcionaría en la misma casa-habitación del maestro adonde concurrirían los niños –varones exclusivamente- de las familias más acomodadas para “aprender a escribir, leer, contar y doctrina religiosa”.

A partir de los datos consignados en el censo y en los registros de bautismo de la parroquia “Nuestra Señora del Rosario” Don Luciano Barragán Guerra registra los datos de los “escueleros” a esa fecha: son 4 (cuatro), “Miguel, Tomás y Ramón Castañares y Josef Figueroa de 12, 8, 6 y 12 años respectivamente. Los primeros eran hijos de Tomás Castañares y Tomasa Colman y el último de Francisca Broin, viuda, presumiblemente de un Figueroa”.

En este desafío de vincular los orígenes de nuestros pueblos, escuelas y trenes, intentando ver sus huellas en nuestra identidad vaya el recuerdo y el homenaje a quien, en aquellos lejanos tiempos de la patria chica, fue el precursor del oficio de formar a nuestros gurises.

Francisco Mola…maestro y carpintero…probablemente, desde una óptica de fe, ambos oficios no son contradictorios. Sobre todo si uno está convencido que el “maestro” fue también, en sus orígenes, carpintero.

Fuentes:
“La enseñanza primaria durante la república de Entre Ríos” (1969) de Federico Palma, 52 páginas, obrante en el Archivo General de la Provincia de Corrientes

“Memorias de antaño” (1979) artículo de Vicente Don Barragán Guerra aportado por Juan Domingo Pruzzo