Gobernador Maciá: el ramal de Sola a Montiel (18 km)

Desde la creación del ferrocarril Primer Entrerriano, inaugurado el 9 de julio de 1866 y que unía en casi 10 km Gualeguay con Puerto Ruiz, la gesta ferroviaria tomó impulso en la provincia.
Hacia 1887 el Gobernador Basavilbaso da fin al proyecto del Gobernador Racedo de unir mediante el riel las ciudades de Paraná y Concepción del Uruguay pasando por Crespo, Nogoyá, Sola, Rosario del Tala y Basavilbaso que pasaron a ser puntos desde los cuales salían ramales de la red troncal llamada Central Entrerriano.
De uno de ellos saldría el llamado, en sus orígenes, ramal de Sola a Montiel, que arrancaba cerca de la estación sola con una extensión hacia el norte de 18 km, punto en el cual, merced a la gestión del Gobernador Maciá, se inauguraría una estación que llevaría su nombre.
La extensión hasta San José de Feliciano que estaba proyectada no llegaría a concretarse nunca.
Retomando los documentos referentes al ramal en cuestión, durante el mandato del Gobernador Maciá se firma el contrato con el administrador de los ferrocarriles Mister Oliver Hauke Bury. Ramón Parera y Torcuato Gilbert fueron los ministros del gobierno provincial que refrendaron el acta. Fue tan importante el convenio firmado que el entonces presidente Julio Argentino Roca felicitó al gobernador entrerriano. Comentaba que el tren atravesaría la secular selva de Montiel, filón inexplorado de incalculables riquezas y de perenne renta para Entre Rñios mediante una sabia ley de bosques que regularice su aprovechamiento; se poblaría la zona central de la provincia fomentándose la ganadería y la agricultura, hecho que era idea del mandatario provincial, y los ingleses ferroviarios y administradores tendrían carbón vegetal para calentar las calderas de las máquinas de la línea troncal, dado que de ese modo se usaría menos carbón mineral (que venía de Londres).
En enero de 1899 asume en la provincia Leonidas Echagüe, continuador de la obra del ramal. El costo del mismo fue de 29.032 libras esterlinas según documento facilitado por el Sr. Carlos Waigandt, y los rieles de 47 libras y media y los durmientes de quebracho se levantaron del tramo Paraná-Las Delicias
La Compañía de tierras, mandatos y agencias del Río de la Plata con asiento en Londres adquirió en mayo de 1899 la cantidad de 8.369 hectáreas que habían pertenecido a Acebal Hnos; esta compañía le vende en agosto al ferrocarril 20 hectáreas y también sus extensiones cercanas al andén y hasta el arroyo Obispo en 115.000 pesos, un precio tres veces mayor al que tres meses antes había pagado.
En la escritura de las 20 hectáreas por parte de la firma inglesa, aparece por primera vez el nombre de la estación: “Departamento del Rosario del Tala, Distrito Raíces al Sur, en donde mismo se levanta la estación Gobernador Maciá”.
El 11 de octubre de 1899 llega la comitiva con el Senador Dr. Maciá, el Gobernador Echagüe, el Administrador Bury alrededor de la una de la tarde, inaugurándose la nueva estación.
Para este nuevo paraje había salido a las 6 de la mañana de Estación Paraná con un convoy de tres coches comedor. En Nogoyá subieron diputados y jefes políticos, lo mismo en Sola donde además se incorporó la banda de Rosario del Tala. El almuerzo ofrecido por el restaurante francés de Paraná se llevó a acabo en la estación Sola, y en el puente del Obispo, a marcha lenta, se brindó por los ferrocarriles, por Entre Ríos y por Inglaterra.
Un día después quedó la estación inaugurada para el servicio público. Hacia esa estación convergían los caminos que venían del monte con los productos naturales y una pequeña urbanización comenzó a surgir, un poco desordenadamente.
Además de los negocios ocupados preferentemente en el acopio de carbón y leña comenzaron las escuelas particulares o de familia (antecedente de la actual Escuela 20) pues la educación era motivo de preocupación de esos primeros macienses. Hacia 1904 la sociedad Amastrisin y Cia. Dona los terrenos para la construcción de la “escuela rural de Maciá”. Un mapa de Entre Ríos de 1905 indica: “Maciá, punto del departamento Tala con escasa población”.
El tren, por muchos años, fue símbolo de prosperidad y crecimiento para la Villa.
Por Mario Carruego