Me contaba
Raquel Brown muchas “consecuencias” del levantamiento del ramal que pasaba por
Durazno. Los gurises de aquel entonces (y hasta que tuvieron su propio
establecimiento secundario en el 2000) estudiaban el “José María Paz” de Maciá.
Se había
levantado el tren…el acceso a la ruta 6 no estaba…y la misma ruta 6 estaba en
construcción…así que, si llovía, los gurises unían Maciá con Durazno caminando
por las vías. Y eran nada más y nada menos que 25 kilómetros entre las
toscas…un esfuerzo inimaginable…