Echague Edificio escolar: Historia de la casa propia Por Daniel Posanzini


La construcción del ramal ferroviario Tala- Gualeguay propició la instalación de vecinos y trabajadores en torno a la estación enclavada en el kilómetro 211 (tomado como referencia el puerto de Paraná “Bajada Grande”) cuya denominación fue en homenaje al Gobernador Pascual Echagüe.
Esta situación obligó a las autoridades provinciales a establecer una escuela que posteriormente fue trasladada al paraje “Las Guachas”, quedando sin la instrucción un importante grupo de chicos hasta que en 1908, el Estado nacional instaló la escuela Numero 29 gracias a lo establecido en 1905 por la llamada “ley Lainez” que instruía a abrir escuelas rurales, infantiles, mixtas y elementales en las provincias que lo solicitasen.
La historia del edificio escolar es algo compleja en sus inicios ya que no existe documentación disponible que acrediten algunas publicaciones sobre los primeros años de vida de la institución. Si existen publicaciones afirmando que la misma funcionó en un local perteneciente al señor Baissetto.
Otras publicaciones manifiestan que en 1921 fue vendida la casa que se ocupaba y debió desalojarse en un tiempo breve. Por no haber otra disponible, la escuela corrió riesgo de ser cerrada. Tiempo después, la acción de los vecinos propició la adquisición de una vivienda que posteriormente pasó a ser propiedad de los vecino Rossetti y Vianco.
Durante muchos años el local escolar era alquilado a la familia Bur, cientos de chicos durante varias generaciones cuentan y tienen en su memoria de ese edificio que se encontraba frente a la plazoleta local y las vías del ferrocarril, como el lugar donde se generaron las más variadas anécdotas de índole educativo, cultural y social. Un espacio donde llegó a dictarse las clases en doble turno por la década del 50.

En la década del 80, durante el último Gobierno Militar de nuestro país, se encargó la construcción del actual edificio escolar sobre la parcela de tierra donada por los hermanos Gonzalez Vianco, según escritura N|49, correspondiente al protocolo del Escribano Panizza. Dicha donación fue aceptada por el Concejo General de Educación de la provincia de Entre Ríos a través de la Resolución 1360/82 y desde el 12 de Octubre de 1983, la institución educativa de nuestra localidad cuenta con su edificio propio. Un lugar donde cada día se convive con el futuro de nuestra patria pero que, principalmente, se generan historias que marcarán a cada uno de los miembros de la comunidad.