La construcción del ramal ferroviario
Tala- Gualeguay propició la instalación de vecinos y trabajadores en torno a la
estación enclavada en el kilómetro 211 (tomado como referencia el puerto de
Paraná “Bajada Grande”) cuya denominación fue en homenaje al Gobernador Pascual
Echagüe.
Esta situación obligó a las
autoridades provinciales a establecer una escuela que posteriormente fue
trasladada al paraje “Las Guachas”, quedando sin la instrucción un importante
grupo de chicos hasta que en 1908, el Estado nacional instaló la escuela Numero
29 gracias a lo establecido en 1905 por la llamada “ley Lainez” que instruía a
abrir escuelas rurales, infantiles, mixtas y elementales en las provincias que
lo solicitasen.
La historia del edificio escolar es
algo compleja en sus inicios ya que no existe documentación disponible que
acrediten algunas publicaciones sobre los primeros años de vida de la
institución. Si existen publicaciones afirmando que la misma funcionó en un
local perteneciente al señor Baissetto.
Otras publicaciones manifiestan que
en 1921 fue vendida la casa que se ocupaba y debió desalojarse en un tiempo
breve. Por no haber otra disponible, la escuela corrió riesgo de ser cerrada.
Tiempo después, la acción de los vecinos propició la adquisición de una vivienda
que posteriormente pasó a ser propiedad de los vecino Rossetti y Vianco.
Durante muchos años el local escolar
era alquilado a la familia Bur, cientos de chicos durante varias generaciones
cuentan y tienen en su memoria de ese edificio que se encontraba frente a la
plazoleta local y las vías del ferrocarril, como el lugar donde se generaron
las más variadas anécdotas de índole educativo, cultural y social. Un espacio
donde llegó a dictarse las clases en doble turno por la década del 50.
En la década del 80, durante el
último Gobierno Militar de nuestro país, se encargó la construcción del actual
edificio escolar sobre la parcela de tierra donada por los hermanos Gonzalez
Vianco, según escritura N|49, correspondiente al protocolo del Escribano
Panizza. Dicha donación fue aceptada por el Concejo General de Educación de la
provincia de Entre Ríos a través de la Resolución 1360/82 y desde el 12 de
Octubre de 1983, la institución educativa de nuestra localidad cuenta con su
edificio propio. Un lugar donde cada día se convive con el futuro de nuestra
patria pero que, principalmente, se generan historias que marcarán a cada uno
de los miembros de la comunidad.